Me felicito por haber llegado hasta aquí.
Por tener una familia estupenda.
Por conservar a los buenos amigos.
Por dosificar el mal genio y rescatar el buen humor.
Por amar lo que hago, aunque no lo haga tan bien como me gustaría.
Por seguir intentando mejorar.
Por creer que todavía me quedan otros 37 maravillosos años por delante.
Por todo ello y mucho más, me felicito.
Esta noche me he transportado en el tiempo. Momentos de mi adolescencia y juventud. No excesiva añoranza del pasado, pero sí de quienes lo compusieron.
Héroes del silencio se adentran en el mar cogiendo prestada una canción que no perdieron en su apuesta. Más birras alzadas coreando canciones de un pasado nada lejano en el tiempo, menos en la memoria. Sólo está lejos de la carne. Y el más allá es afortunado porque aquí cada vez son menos. Pero los que son, lo son. Son héroes de mi tiempo, de nuestro tiempo. No soy mitómana pero esta vez admiro al mito.
Ese lema resuena en mi memoria como algo lejano, canto coreado el siglo pasado. Parece una cancioncilla aprendida de memoria para cantarla en cualquier situación y sin tener que prestar atención, como las tablas de multiplicar de la escuela. Y que por vieja ya no es necesaria. Pero resulta que no. Que sigue siendo una incómoda actualidad que intentan enmudecer. Así, en el pregón de fiestas, unas cuantas personas coherentes con sus ideas y comprometidas con defenderlas, intentan desplegar una pancarta para expresar su opinión: Otan no. Y lo acompañan de bonitos globos porque para eso es un día festivo. Pero los que se ven de azul en la foto no están jugando a la soga, no. Están jugando al "toma". Y toma porrazo, y navajazo al globo. Y cinco heridos apaleados antes si quiera de que nadie ajeno pueda entender lo que pasa, pueda leer lo que pone. Porque desde que llegaron a la plaza estoy segura de que eran vigilados. Desde que salieron de su casa, yo diría. Porque el alcalde ha dicho que estas serán las mejores fiestas del Pilar de toda nuestra historia, y hará lo que sea necesario para que así lo parezca.
Yo no estaba allí, lo confieso, pero voy a tener que pensar en "ir estando".
- Mmmm... ¡Qué bien se está así!
- Si quieres te rodeo con el otro brazo también.
- Vale, pero no entrelaces los dedos, necesito espacio para salir.
- Como quieras.
- Eso.
Pintura: Abrazo, de M. Clara Rossi
