Clara se despertó sintiendo cómo el sol acariciaba su rostro. No abrió los ojos y sonrió… Quería grabar en su piel, en su mente y en su alma el calor acogedor, la luz tras los párpados, la mueca de su boca. Tener esa imagen interna para dejarse inundar de paz en cualquier otro momento si fuera preciso.
Clara abrió los ojos. Y vio.
Ahora camina por la vida con una sonrisa tranquila, dulce, cálida.
- Vaya, menuda faena... ¡qué cabrón!
- Sí...
- Desde luego, todos los tíos son iguales. Cuando menos te lo esperas te dejan por una más joven.
- No... si no es más joven... parece su madre...
- ¡No digas! Vaya... es que las cuarentonas con pasta tiran mucho...
- ¡Qué va! Si está pelada.
- Bueno... pues al menos estará rebuena!
- Chica, que no, de verdad...
- Entonces ¿será su inteligencia...?
- Bueno... no la emocional... dicen que es muy dependiente y controladora... y de lo otro, pues normalita...
- Vaya, ¡qué cabrón!
- Ya te digo...
- Pues ¿sabes qué?
- ¿Qué?
- Que de menudo muermo se ha librado.
- Sí... jaja... eso díselo a ella...
- Ahora mismo la llamo.
(Saca del bolso el móvil, teclea los botones, coloca el aparato a la altura de su oreja...)
- Pili?
- ...
- Hola, soy Vane. Sí... ¿qué tal estás?
- ...
- Ya... ¡Qué fuerte!
- ...
- Eso me dice Mamen pero oye, hemos llegado a una conclusión...
- ...
- ¡Exacto! ¡qué fuerte! Te llamaba para decirte eso mismo. ¡De menudo gilipollas te has librado! ... Me alegra que te rías ...jajja.
- ....
- Vale, quedamos el finde y quemamos la ciudad.
Recibo felicitaciones por ser 8 de marzo… pero no sé si las quiero. Porque ¿hay motivos para estar contenta? ¿Ya todas las mujeres del mundo son consideradas individuos de plenos derechos? ¿Se ha dejado de ejercer violencia y represión a cuenta del género? ¿Han dejado de victimizarse las propias mujeres?
Para mí este día no es el día de las mujeres. Es el día en que mujeres, y hombres también, salen a la calle y en los periódicos y telediarios reclamando lo justo, lo legal, lo natural. Pero los verdaderamente importantes son los 364 restantes. Esos son los que cuentan.
Ayer comenzó la muestra de cine realizado por mujeres y tuve la suerte de escuchar a Habiba Djahnine y ver su documental. Me quedó grabada la frase final dicha por una mujer argelina en la Argelia de hoy: ”Es momento de dejar de quejarse. Hay que hacer lo que hay que hacer”.
Hagámoslo.
