sábado, 15 de septiembre de 2007

Secretos


Soy un cofre de secretos. Algunos son míos, pero contengo muchos que son ajenos. Unos donados, otros robados. También los hay que imagino. Soy hermética y los envaso al vacío. Eso se debe notar porque siguen llegando a mí secretos sin estrenar. A veces tengo que soltar alguno de esos que hace tiempo que caducaron para liberar espacio y poder acomodar misterios en la habitación de curar. Allí están a salvo hasta que su dueño les da permiso para marchar.
Sin embargo mis secretos parecen estar eternamente confinados. Algunos temo que no saldrán jamás. Debería ir a un bosque y dejarlos volar. Sí. Voy a ir a un bosque y los voy a liberar.

domingo, 9 de septiembre de 2007

Pinceladas

Beso el aire que me regala el día enredándome en la brisa. Cierro los ojos y acaricio las nubes, el sol y el cielo azul. Subo y bajo en el espacio que me acoge. Vuelo. Dibujo tirabuzones en mi trayecto. Me impulso con el batir de mis pestañas y planeo con los ojos abiertos, bien abiertos. No quiero perderme nada.

domingo, 26 de agosto de 2007

(...) -said the Queen.

No viene a cuento de nada, nadie de mi alrededor se ofenda… Pero vomito sobre príncipes y princesas. En mi mundo no caben. No hablo ahora de los reales o los de cuento, contra los que no te dejan hacer ni decir nada. Son los de postín. Los de su casa. Porque revuelven mi estómago con su engreimiento. Sólo existe una clase de estos personajes y no la eligen ni ellos. El resto son farsantes. Son plagios. Impostores. Normalmente impostoras. Tontas ellas. Feas ellas. Insulsas. Débiles necesitadas de la aceptación del contragénero. Débiles que no saben ni accionar un interruptor. Débiles que van de lánguidas personas… Débiles que consiguen lo que quieren siempre. Por eso me ofenden. Porque en su debilidad reside su fuerza. Invocan el instinto ancestral que acude a su alrededor presuroso de solucionar, de cubrir sus necesidades. De cubrir, en realidad, que es todavía su instinto más básico. El origen del problema.

Lailolailolá, loló, lalá; lailolailolá loló lalá, lailolailolá, loló lalaaaaá.
Si eres algo, sé una reina...

domingo, 12 de agosto de 2007

Algo horrible que hay que combatir

Me ha pasado algo horrible y no sé qué hacer. De momento quiero hacer pública mi opinión y mi repulsa.
Gracias al emule voy recopilando música que tenía en cinta y quiero ahora en cd. Así de cuando en cuando me acuerdo de esos grupos que me encantan y busco su discografía completa. Sé que es ilegal, pero lo hago. Y muchas veces ocurre que, después de estar días descargando cuando lo vas a abrir no te deja porque dice que el archivo está dañado o no se corresponde el formato. Eso me ha ocurrido hoy con dos descargas.
De verdad que yo soy una ceporrica en lo que a tecnología se refiere, pero soy maña. Tozuda, vamos. Y aunque no lo parezca a veces escucho lo que la gente dice. Así que pienso: “bueno, si lo intento abrir con otro programa seguro que me sale una peli porno”. Voilá. Acerté. Hombre, no me hace gracia porque si quiero porno ya lo buscaré por su nombre, pero vaya, no se puede hacer nada.
Pero cuando he abierto de la misma manera el segundo archivo… me he quedado helada. Porque era porno infantil. No sé exactamente hasta qué punto porque os juro que se me ha revuelto el estómago, todavía me da vueltas la cabeza y asco puto el mundo. Así que he cerrado el archivo que YA estaba en mi ordenador, he cambiado el comentario denunciando que es porno infantil y lo he borrado de mi disco duro. Supongo que no he seguido los pasos correctos para poder avisar a los usuarios, para poder denunciar a los que lo cuelgan. Pero no sé cómo hay que hacerlo. Así que si alguien tiene idea de cómo hacerlo que lo comunique, por favor. Imagino que llamar a la policía es lo primero. Voy a ver...
Me parece algo tan horrible que ya no tengo más palabras para expresar lo que siento.

jueves, 12 de julio de 2007

La niña calva

La mayoría de mis conocidos ya sabéis esta historia:

Cuando yo era pequeña veía a una niña calva. Esta niña estaba siempre sentada en una butaca frente a la puerta en la habitación de mis padres, al terminar el pasillo de 12 metros que conducía a los dormitorios. Yo cruzaba el corredor acompañándome de un grito siempre que la veía. Ella se reía a carcajada limpia, aunque no tengo muy claro si la oía. Era muy delgada. Digamos que a día de hoy la describiría como si hubiera recibido quimioterapia.
Al llegar al otro extremo siempre alguien me regañaba y me decía que no chillara. “Es que he visto a la niña calva”. “¡Qué niña calva ni qué ocho cuartos”. No sé muy bien en qué momento dejé de verla. Tras cuantos chantajes inocentes de mis hermanos “mira que si no se lo digo a la niña calva…” Pero lo cierto es que en algún momento dejé de verla.
Después esa habitación se convirtió en mi dormitorio, con otros muebles y mis cosas, claro. Pero esa esquina siempre me dio escalofríos. Cuando mi hermana se fue de casa y el cuarto quedó sólo para mí el miedo se acentuó de nuevo. Cuesta acostumbrarse a la soledad, no sobresaltarse con los ruidos –aunque sean de la lámpara enfriándose, o de los vecinos caminando-. Recé muchas plegarias. Visité alguna que otra iglesia para pedir por favor que se me fueran los miedos. Y con el paso de los años y el aumento de confianza en mi misma logré liberarme del miedo. Nunca más he tenido esa sensación paralizante porque, en caso de que mi mente empiece el peligroso juego, sé pararlo al instante.
Ahora me surge un interrogante: ¿qué hubiera pasado si en vez de alejarme corriendo y gritando de la niña calva me hubiera acercado a ella a preguntarle quién era y de qué se reía? En mi fuero interno tengo la sensación de que alguna vez lo hice. Quizá en ese momento dejé de verla, no sé. No lo recuerdo.

domingo, 8 de julio de 2007

Algunos datos

En el mundo, en el año 2004, se gastó en la adquisición de armas de
guerra 1.040.000 millones de dólares.

Tan solo una rebaja del 1% sería suficiente para sentar frente a un
pizarrón a todos los niños del mundo.

“Lo criminal es que con el 0,5 % del gasto en armamentos se podría
resolver el problema alimentario de todo el mundo”.

Estos datos no me los he inventado yo, y son de una fuente fiable. Estoy de acuerdo en que lo verdaderamente criminal es que somos la única especie que puede modificar la situación de necesidad y conscientemente no lo hacemos. Y hay una pregunta cuya respuesta me da miedo: ¿qué pasaría cuando todos los niños estuvieran alfabetizados y todos los estómagos alimentados?
Quizá sea mejor seguir pensando que, efectivamente, otro mundo mejor es posible. Y tratar de que así sea.

sábado, 23 de junio de 2007

Time, oh time!

A veces siento que necesito tiempo, más tiempo. Tiempo para pensar, tiempo para hacer. Pero lo que necesito realmente es que ese tiempo se me otorgue sólo a mí, que el resto del Universo se paralice, se congele como en una película y sólo yo pueda adelantar, hacer, pensar, descansar… ponerme al día de todo. De todo cuanto quisiera. De aprender lo que no sé, de practicar lo que sé hasta adquirir un dominio aceptable en cualquier circunstancia… en fin, ese tiempo que tantas veces ha recreado el séptimo arte. Será que es una sensación bien compartida, bien anhelada por tanta y tanta gente.
Siempre a vueltas con el tiempo… ¡¡Esto cada vez me gusta menos!! Porque cada vez adoro más conscientemente el tiempo que se me ha concedido.

sábado, 16 de junio de 2007

El bálsamo del alma

La música puede ser balsámica. Esta pieza de Ludovico Eunadi, titulada Primavera, te puede poner muy nervioso o bien ser como la lluvia que refresca tu piel y tu alma. Si quieres escucharla pincha en el enlace Primavera y que la disfrutes.

lunes, 11 de junio de 2007

Sobre gustos...


El otro día, entre fiebre y estornudo, pude ver el programa de cuatro de “Soy lo que como… en el cole”.
Ahorraré detalles, la conclusión final es que los niños son unos cabritos y la única manera de conseguir que hagan lo que tú quieres es engañándoles. Así consiguió Darío Barrio, al cuarto intento, que la mayoría probara la coliflor, tras asegurar que no les gustaba sin haberla probado antes, claro. Y cuando estuvieron encantados de lo que habían comido les dijo: “Era colifloooor". Esta fue la segunda conclusión, los adultos seguimos siendo unos puñeteros.
La tercera conclusión, o convicción, es que para que a mi me guste la coliflor tiene que venir a mi casa una temporadita este Darío y engañarme un poco, que me dejaré encantada.

domingo, 3 de junio de 2007

cómprame unas botas


Aunque no se vea del todo, con esta pinta he caminado 15 kilómetros en la dulce France durante aproximadamente 2 horas y 40 minutos. Iba acompañada de otros sujetos con la misma pinta que yo, o parecida. Algunos corriendo, otros andando, y otros vermuteando y animando. Pero todos con plumas, pajaritas, flecos... mucho glamour y mejor buen humor. Ha sido un fin de semana fugaz pero agradable. Divertido. Y me gusta mucho cómo viven en el país vecino,en unas casas con estupendos jardines y sin agobios, aparentemente. En eso he pensado, en cómo condiciona el clima la forma de vida, costumbres y pensamiento de los paisanos.

jueves, 24 de mayo de 2007

Amor de madre?

Llegué a casa y la busqué, como siempre, para cerciorarme de que estaba bien. Desde muy pequeña la acostumbré a quedarse sola y nunca había pasado nada. Bueno, sólo una vez que la dejé encerrada y a oscuras, pero ese hecho no pareció traumatizarla.
Después de mirar en su cuarto, en la sala de estar, el cuarto de estudio, la habitación de mi compañera de piso… empecé a llamarla insistentemente: “¿Lola? Sal, venga. Mira lo que te he traído ¿Lola? ¿Lola?”
Comencé a ponerme nerviosa y temí lo peor. Quizá hemos dejado una ventana abierta y se ha caído por el balcón… No, no. El portero seguro que me hubiera dicho que habían venido los bomberos, la ambulancia y la policía a levantar el cadáver… O puede que se haya ido de casa y se haya perdido… ¡Dios!¡ Es tan pequeña! ¿Qué puede hacer en esta jungla de asfalto? Se asustará y… No, no.
“¿Lola? ¿Dónde estás?” Miro debajo de mi cama, de la otra cama. Dentro de mi armario, aunque he puesto el pulpo para que no lo abra… En el balcón otra vez, la cocina, el baño… no está. Definitivamente no está. Quizá…. ¡Efectivamente! En el armario de Sonia. Bien encerradita y sin poder salir.
“¡Sal de ahí! ¿Por qué no contestas cuando te llamo? ¡Uyyyyy! Mi chiquitina, qué susto me has dado!”

Definitivamente, si este minuto de angustia lo paso por un gato está bien que yo no vaya a tener hijos. No lo soportaría.

lunes, 21 de mayo de 2007

SIEMPRE

(Si quieres escucharla ve
aquí)

No me cansaría de decirte, siempre,
que eres tú mi más bella luna.
No me cansaría de decirte, nunca,
que eres tú toda mi fortuna.
No me cansaría de adorarte siempre
en esta vida
haría lo que fuera por tu compañía…

…siempre, siempre, siempre.

Siempre, siempre,
A tu lado quiero estar…
la lejanía es evidente entre tú y yo
y lo que nos hace mal.
Si estamos juntos ¿qué más da?
una mirada inteligente entre tú y yo
es más que suficiente.

No me cansaría de decirte, siempre,
que eres tú viva imagen pura.
No me cansaría de ser tu batalla diaria,
tu paz, , tu canción de cuna.

Y no me cansaría de adorarte siempre
en esta vida
haría lo que fuera por tu compañía,
siempre, siempre, siempre.

Siempre, siempre
a tu lado quiero estar…
la lejanía es evidente entre tú y yo
y lo que nos hace mal.
Si estamos juntos ¿qué más da?
una mirada inteligente entre tú y yo
es más que suficiente.

Cansada, agobiada
de ver a tanta gente.
Te miro a la cara y todo es diferente,
todo es diferente.

Me voy a la cama
descanso y me levanto,
te miro de frente y todo es diferente,
ya no pasa nada.
Te beso y digo

Siempre, siempre
a tu lado quiero estar…

Tú y yo es más que suficiente.

(Lantana)

domingo, 6 de mayo de 2007

pasa la vidaaaa, pasa la viidaaa

¿Qué es lo que estaba pensando? Que en esta vida, todas nuestras limitaciones se resumen en una sola palabra: tiempo.
Mientras volvía andando a casa viendo la gigantesca luna a punto de caer sobre nosotros, me he cruzado con gente. Observo a esta gente y me sugieren pensamientos que siempre avocan en mí. Por ejemplo esa chica de la minifalda y las piernas feas. O digamos no muy bonitas. Yo nunca he llevado minifalda porque no me gustan mis piernas. Y ahora pienso que si rebobinase 20 años, me pondría minifalda y ale.
También pienso en lo pronto que vuelvo a casa y lo barato que me sale estar achispada. Un gin-tonic, una cerveza mejicana y ya está. Nunca me gustó beber demasiado, ni salir demasiado, pero antes aguantaba más, a ve si la noche deparaba algo imprevisto, si ocurría el milagro o no sé qué, porque nunca he creído en la noche. Otra vez cuestión de tiempo.
Y ahora, en mi vida diaria, el tiempo se me escapa de las manos cada vez con más descaro, como se ha escapado del párrafo anterior. Se me escapa cada mañana, cuando no soy capaz de controlar el reloj, se me escapa al medio día, cuando no sé como han pasado dos horas, se me escapa por la tarde, cuando aún no he llegado a casa y son las 10, se me escapa por la noche, cuando decido acostarme a las 12 y es la una y cuarto que aún estoy en pie… Se me escapa, eso es. El tiempo no es un enemigo, no es un aliado, es. ES. Y no hay más. Así que… voy a disfrutar del tiempo. El tiempo perdido lo disfruto también. Es el que más me gusta, de hecho. Lo adoro. Perdido se llama, pero es dedicado a mi. Todavía estoy a tiempo, creo, de algo, de todo, de lo que sea, de lo que yo quiera. De lo que yo quiera.

martes, 3 de abril de 2007

La fuerza del sexo


Me alegra saber que hay mujeres inteligentes. Me alegra leer, oír su opinión sin tapujos sobre temas controvertidos. Me alegran las escritoras que saben decir lo que yo no sé expresar, lo que ni siquiera sé pensar. Me alegran mis amigas y conocidas cuyo CI es más alto que la media, aunque no tengan carrera. Y también las que la tienen. Cuya inteligencia no necesita ser medida porque de sobra se aprecia. Me alegran mis sobrinas, que tan pequeñas parecen saber qué es lo importante para su vida, aunque con los años descubran muchas otras cosas. Me alegra su seguridad y confianza. Su autoconcepto positivo que deseo que perdure. Que se hayan dado cuenta de lo que yo recién me entero. Me alegran las madres trabajadoras dentro y/o fuera de casa que, lejos de ser mártires, son heroínas. Admiro la fortaleza de mi madre. Me alegra que sepamos lo que hay, que no estemos engañadas, aunque todavía estemos desfavorecidas. Me alegran las mujeres inmigrantes que hablan. Que pueden hablar. Aunque no esté de acuerdo con lo que digan. Me alegra ser consciente de lo mucho que tengo que aprender. Me alegra pertenecer a éste género fuerte, al sexo débil.

domingo, 11 de marzo de 2007

A esto me refería con Lola


¡Consiguió comerse el ratón! Y está haciendo la digestión al calor del teclado.
Eso, o es que se ha dicho: "vamos a ver, esta tía no me hace mucho caso, se me quita de encima siempre que puede y sin embargo no para de toquetear y acariciar las teclas de este otro raro ser. ¡Pues me pongo encima y arreglado!"

viernes, 2 de marzo de 2007

Latiendo

Mi corazón está
esperando y esperando.
Cuanto más piensa y espera
más se olvida de vivir.
Late, un, dos, late.
Bombea, tres, cuatro,
cinco, (...)
susto, aire
seis, siete-ocho.
Late, late, late.
Vive, actúa, no esperes.
Late, late, late.

domingo, 25 de febrero de 2007

Lola y la gente

Y mi Lola, ¿qué preocupaciones tiene? Que no le falte comida y la ración de caricias. Ver qué día puede volver a escapar y hasta dónde llegará esta vez, qué cama es más blandita o más suave, cerca de qué radiadior está más caliente o en qué sombra descansa mejor, desde qué poyo se ve pasar mejor la gente, quién sale o entra ahora de la casa. Cómo colocarse mejor entre el teclado y yo, puediendo apoyar la cabeza para ehcar un sueñito si procede; que nadie le robe su espacio ni una pizca de atención... Casi casi como mucha gente.

miércoles, 21 de febrero de 2007

1987

Nunca sabes con qué pequeña o gran cosa te va a sorprender el día. Para mí han sido hoy los recuerdos de mis 17 años, traídos a la memoria de golpe por una foto de un anuario. Podía no haberlo visto si el operario que está haciendo limpieza en el local de al lado hubiera decidido quemarlo junto a tantas otras cosas que se convirtieron en humo y cenizas hoy. Pero le parecía mal, “son libros... y prefiero que los mire usted”. Vale, vale, gracias, ya los añado al caos de mi aula, no se preocupe. Y mira por dónde que al abrirlo veo una foto de Salva, un amigo, y a su lado Sergio, un novio de esa época. El novio de esa época, in fact. Pero claro, con 17 ó 18 años también... Pues nada, ya se me ha quedado esa sonrisa extraña de los que tenemos todavía recuerdos

sábado, 17 de febrero de 2007

enmovimiento

Porque la vida es un movimiento perpetuo
y sólo creemos parar
para coger aire y seguir moviéndonos.
Pero ni entonces estamos quietos.
Y no lo debemos estar.
Enmovimiento estoy, enmovimiento sigo.
Hasta que me alcance la Llorana
y me obligue a descansar.