miércoles, 21 de febrero de 2007

1987

Nunca sabes con qué pequeña o gran cosa te va a sorprender el día. Para mí han sido hoy los recuerdos de mis 17 años, traídos a la memoria de golpe por una foto de un anuario. Podía no haberlo visto si el operario que está haciendo limpieza en el local de al lado hubiera decidido quemarlo junto a tantas otras cosas que se convirtieron en humo y cenizas hoy. Pero le parecía mal, “son libros... y prefiero que los mire usted”. Vale, vale, gracias, ya los añado al caos de mi aula, no se preocupe. Y mira por dónde que al abrirlo veo una foto de Salva, un amigo, y a su lado Sergio, un novio de esa época. El novio de esa época, in fact. Pero claro, con 17 ó 18 años también... Pues nada, ya se me ha quedado esa sonrisa extraña de los que tenemos todavía recuerdos

8 comentarios:

Diabetes dijo...

Investiga sobre su dirección. Si te gustó entonces, quién sabe ahora...

enmovimiento dijo...

Ahora tendrá dos o tres churumbeles, casi nada de pelo y espero que la misma sonrisa. Pero eso es lo de menos. Lo pasado, pasado está. Fue agradable el recuerdo sobre todo por lo insesperado, nada más.
Pero nunca se sabe, eso es verdad.

Diabetes dijo...

No creas, hay una sección B de gente que mejora con el tiempo o al menos lo hace más tarde que otros. Una amiga y yo estamos mucho más presentables que hace diez años (imagíname con veinte kilos más, granos y dos mechones rubios teñidos por delante).

enmovimiento dijo...

Prefiero no imaginarte así, está bien como estás ahora. De todas formas, ahora ya empiezo a ver interesantes a los calvitos...

Anónimo dijo...

esto es una señal, probablemente no para que busques a un ex, quizá para traer al presente la frescura de la adolescencia. Pero sólo la frescura, nada más...

Diabetes dijo...

Algunos calvos no están mal... pero pocos. Mi experiencia de tocar calvas no es muy positiva, la verdad. Donde hay pelo hay alegría.

enmovimiento dijo...

¿Tú crees que donde hay pelo hay alegría? ¿Y para eso me estoy haciendo yo la depilación láser????

Diabetes dijo...

Ya ves, la tristeza cuesta. (En Fame decían algo por el estilo). Yo, algún día, la espalda. Por el resto del cuerpo, al que no le guste que no mire.